la atención al detalle es asombrosa! el desayuno es un festín, con una variedad de platillos frescos y deliciosos que son un deleite para los sentidos. el spa es ideal para relajarse después de un día de turismo (aunque un jacuzzi sería perfecto).

la decoración navideña es impresionante, pero el wifi es un poco lento.

uff, el château monfort es brutal. todo el hotel es una maravilla, desde la decoración que es un espectáculo hasta las habitaciones que son súper cómodas. el desayuno buffet es una pasada, con todo bien presentado y delicioso. el personal es súper amable, desde la llegada hasta la salida, te hacen sentir en casa. además, la ubicación es genial, a un paso del duomo y de las galerías, ideal para pasear por milán.

aunque todo estuvo de lujo, el wifi fue un poco lento y escuchamos algo de ruido de obras en la calle.

Un refugio de ensueño en Milán

Apenas llegamos, fuimos recibidos con un elegante cóctel en el bar. El spa era un tesoro escondido, perfecto para relajarnos después de un día de turismo. El desayuno tenía una variedad impresionante, desde deliciosas frutas hasta jugos frescos. Gracias a los consejos del personal, descubrimos restaurantes ocultos increíbles.

Sin embargo, un detalle que nos desanimó fue el aire acondicionado que no estuvo a la altura, la habitación estaba un poco calurosa por las tardes. Además, la ubicación, aunque bonita, requería un poco de tiempo para llegar a los sitios más turísticos.

• Decoración excepcional
• Atención extraordinaria
• Spa maravilloso

• Ruido de construcción
• Wifi lento
• Falta de privacidad en baño

No te pierdas el spa. es un refugio perfecto para relajarte después de un día de turismo. La atención fue excepcional.

Diseño de estilo rococó, instalaciones excepcionales de spa, atención al detalle en la decoración de las habitaciones

La conexión wifi es débil y poco fiable, además de que el ruido de las obras en la calle es bastante molesto. deberían considerar mejorar la privacidad de los baños con diseños más apropiados. ¡No hace falta ser tan extravagantes!!!

Os recomiendo este fantástico lugar for explorar la ciudad,

maravilloso hotel, excepcional desayuno, donde disfruté de la impresionante variedad de frutas frescas y de la amabilidad del personal que siempre estaba dispuesto a ayudar, además, está convenientemente ubicado a solo 10 km del aeropuerto.

No podría haber ido mejor.

El desayuno es un festín visual y delicioso, con frutas frescas y todo servido de forma espectacular. La atención del personal es realmente top, siempre listos para ayudar y hacerte sentir especial.

No podría pedir más.

Las almohadas eran demasiado altas. aunque el spa era espectacular. El desayuno tenía una variedad impresionante de frutas frescas. y el personal siempre fue super amable y servicial, haciéndonos sentir como en casa.

La decoración del hotel es sencillamente encantadora, parece sacada de un sueño. El desayuno es excepcional, especialmente las salchichas caseras que probé, un verdadero placer. Sin embargo, el wifi fue un poco lento y la habitación, aunque hermosa, podría beneficiarse de más espacio para el equipaje. Además, noté algo de ruido de obras en la calle que interrumpió la tranquilidad en algunas ocasiones.

Un lugar especial en Milán

La atención al detalle en cada rincón del hotel hace que la estancia sea inolvidable. El brunch en Rubacuori fue un espectáculo, especialmente el jamón de Campania y el gorgonzola de Puglia. No olvides relajarte en el spa si tienes tiempo. Pasear al Duomo es un lujo.

una experiencia mágica en milán gracias a la amabilidad del personal y el capuchino de cortesía que nos invitaron

El Château Monfort es simplemente espectacular. Desde la cálida bienvenida hasta los detalles exquisitos del desayuno, todo fue maravilloso. Destaco el spa, muy acogedor y perfecto para relajarse después del turismo. El personal se esfuerza por hacerte sentir especial, desde la recepción hasta el bar, donde te ofrecen detalles encantadores como agua y chuches. Siempre limpios y cuidados, los espacios son un deleite.

El hotel tiene una decoración que parece sacada de un cuento de hadas. Cada detalle está cuidado, desde la exquisita lencería hasta los productos de baño de alta gama. El desayuno es un verdadero deleite, con presentaciones artísticas que hacen que cada bocado sea especial. Además, el personal es excepcionalmente amable y siempre dispuesto a ayudar, lo que hace que la experiencia sea aún más memorable.

Una pequeña mejora sería que las habitaciones contaran con más espacio de almacenamiento para el equipaje, ya que la falta de cajones puede ser un inconveniente.